Chardonay (vino blanco)
A mediados del verano, las uvas comienzan a verse
traslúcidas, lo que marca que el tiempo de la cosecha está cerca. Las uvas
comienzan a tornarse más dulces y a hincharse con el agua, diluyendo así la
concentración de ácido. Para entonces, los cultivadores controlan
las uvas diariamente, miden los niveles de azúcar y prueban su madurez.
100 a 120 días después de florecer, las uvas deberían estar
listas para la cosecha. En zonas cálidas, la cosecha usualmente comienza a mediados de agosto, pero en zonas más frescascomienza a
fines de septiembre.
Esta variedad brota tempranamente, a principios de la
temporada, en consecuencia es una variedad que se cosecha temprano. Su madera
madura al inicio de la temporada y es muy confiable, es una variedad de vigor
moderado, resistente al frio. Sin embargo, no tan resistente al frio como las
variedades Riesling o Cabernet franc. Tolera
inviernos suaves, pero frecuentemente sufre daños si se presentan heladas
tempranas, es susceptible a muchas enfermedades, presenta una alta incidencia de pudrición del racimo, por lo que el utilizar un
sistema de guiado vertical combinado con la poda de verano y la remoción de
hojas, puede producir resultados superiores.
Es una variedad de granos pequeños y
redondos, de color miel cuando está madura y sabor dulce. La Chardonnay se
utiliza en la elaboración del champagne. Aunque no se trata de una variedad muy
aromática y frutal, en climas frescos (Francia) los vinos son de cuerpo ligero,
acidez alta y recuerdos de manzana o ciruela verde. En las regiones más
cálidas, da vinos con aromas a melón y melocotón, incluso a frutas exóticas
(plátano, mango, higos). La acidez es más baja y el grado alcohólico más alto.
Es una uva que permite el envejecimiento en barricas de roble, adquiriendo
aromas tostados y de frutos secos, mayor complejidad y cuerpo. Se trata de una
de las castas blancas más preciadas del mundo.
Factores que afectan los aromas del vino
Los grandes vinos valen y
son tales, por su aroma.
El ecosistema (variedad -
clima - suelo) y las técnicas culturales pueden modificar la entidad de los
aromas.
De hecho, la temperatura
(correlacionada a diversos factores: latitud, altitud, etc.) tiene una notable
influencia sobre la síntesis y destrucción de los aromas; una temperatura
elevada si bien aumenta la síntesis de los aromas, también aumenta
la velocidad de destrucción de los mismos.
En las zonas frías la uva y
los vinos poseen aromas mas finos y de larga persistencia, mientras
que en las zonas cálidas los aromas son menos nobles, tienden a ser oxidados o
a volverse mas “densos” (por la presencia de importantes cantidades de alcohol
amílico).
El contenido aromático del
vino oscila de 0,7 - 1,2 gr/l y está constituido por cerca
de 500 sustancias aromáticas. Entre ellas se encuentran
los aromas de origen varietal, los derivados de diversas técnicas
culturales (por ej. el exceso de producción por cepa reduce los
aromas), los aromas provenientes de la fermentación y los producidos por el
envejecimiento del vino.
Los aromas presentes después
del envero, pueden crecer o quedar constantes; por lo cual varían mucho las
relaciones entre los diversos compuestos aromáticos. Importantes trabajos al
respecto, permiten establecer que ciertos aromas se acumulan solamente en
correspondencia con ciertos niveles de azúcar en las bayas y que la intensidad
y persistencia aromática global crecen con la buena maduración de la uva. Otros
trabajos, confirman la influencia del clima, noches frescas durante el período
de maduración de la uva, sobre la síntesis, complejidad, finura y acumulación
de los aromas.
El aroma es parte
fundamental de la tipicidad e individualidad de los vinos, ciertas prácticas
culturales en el viñedo pueden alterar, entorpecer o reducir los aromas,
volviendo mediocres o atípicos los vinos. El equilibrio se obtiene con un
correcto manejo del viñedo.
Influencia geográfica:
El vino Chardonnay probablemente tuvo su origen en la región
de Borgoña en Francia donde los días cálidos y las noches frescas proveen el
clima perfecto para la uva Chardonnay. Las uvas Chardonnay también se cultivan
bien en el distrito Carneros de California y se han
adaptado de manera sorpresiva a Australia, Nueva Zelanda, Chile, Argentina y
Sudáfrica.
Se adapta a
los diversos tipos de terreno y a los climas con tal que no sean muy húmedos;
es muy resistente a la clorosis. Se adapta a las diversas formas de conducción
y a marcos de plantación con tal que no sean muy estrechos.
La ubicación geográfica afecta los
aromas del vino que deseamos obtener (vino blanco) puesto que en regiones
cercanas a los trópicos tendremos un vino dulce, amargo, y con gran contenido
alcohólico mientras que en las regiones frías (polos) tendremos vinos ácidos
amargos, astringentes y bajo contenido alcohólico.
Influencia del Vigor:
· El vigor de las cepas es un
factor importante que afecta:
· - la
fotosíntesis
· - el
microclima lumínico - térmico
· - la
composición de la uva
· - el
rendimiento
Al afectar el desarrollo de
la vid nuestro vino tendría aromas herbáceos, sería muy acida y su pigmentación
también se vería afectada Debe tenerse en cuenta que la vid tiene una baja
eficacia en la captación de energía solar. La intensidad luminosa óptima para
maximizar la fotosíntesis en la vid es de un 33 al 50 % de la luz incidente en
un día despejado sobre una hoja expuesta perpendicularmente a los rayos solares.
El agua es un factor
fundamental para la actividad vegetativa; por lo cual el desarrollo vegetativo
es el parámetro para controlar con los aportes de agua, ya que:
* Un excesivo crecimiento
vegetativo provoca el emboscamiento de la cepa, afectando su aspecto
lumínico (menor cantidad y calidad de luz) y su microclima.
* Retrasa la maduración de
la uva afectando la calidad de los vinos.
*Alarga el ciclo vegetativo,
implicando probables inconvenientes con las heladas otoñales.
Está demostrado que las
necesidades hídricas de la vid aumentan considerablemente desde el cuaje hasta
el envero requiriendo el 75 % del riego, luego se aplica el 25 % restante en
pequeñas dosis.
No se puede cortar el
agua después de producido el envero porque la planta entraría en
estrés. Se aplican pequeñas dosis hasta 1 semana antes de la cosecha.
No se puede aplicar
demasiada agua si se quiere conservar el color y los demás elementos que hacen
a la calidad del vino.
Es importante destacar que el manejo del riego ha sido la clave para mejorar la calidad de los vinos en Australia.
Es importante destacar que el manejo del riego ha sido la clave para mejorar la calidad de los vinos en Australia.
A través de la restricción
hídrica se puede lograr:
- Control del tamaño de las
bayas y del rendimiento (aplicada 30 días después del cuaje).
Bayas pequeñas para que la
relación “hollejo/pulpa” sea mayor.
- Separación de la fase de
desarrollo vegetativo con la fase de maduración de la uva (aplicada al momento
de envero).
La cepa debe trabajar a
partir del envero, para los racimos y no para los brotes.
Fertilización
La fertilización juega un
rol fundamental en relación con la calidad de la uva, el Nitrógeno deprime la
coloración (retardo de la maduración, menor cantidad de azúcares, etc.),
mientras el Fósforo, Potasio, Magnesio, Boro, Manganeso y
otros microelementos, estimulan la síntesis de
los antocianos por favorecer la acumulación de azúcares. Lo cual
afecta los aromas y sabor del vino, así como la cantidad de alcohol que se
obtendrá en la fermentación.
Acumulación de azucares:
Partiendo de los azúcares se
registra en el hollejo de las bayas la síntesis de los antocianos, estando
la acumulación de éstos estrechamente correlacionada a la acumulación
de glúcidos en la baya. Además, su aumento se inicia con un ligero
retraso respecto a la acumulación de los azúcares.
Hasta los 15º Brix, las
bayas no acumulan aromas importantes y característicos de la variedad, la baya
es aún un órgano herbáceo, tanto que no se pueden distinguir las variedades
entre sí; como sí ocurre por encima de los 15º Brix y con los
azúcares creciendo.
Pigmentos
Colorantes:
Después del envero las bayas
pierden la coloración verde (clorofila) y adquieren el color típico de la
variedad.
Los pigmentos que se
localizan en las uvas blancas son de color amarillo y reciben el nombre
de flavonoles (flavones), mientras que los pigmentos de las uvas
tintas se denominan antocianos - constituidos
por monoglucósidos -, entre los que predomina la malvidina.
Estos antocianos son sintetizados, en las vacuolas de las células de
acumulación y normalmente se localizan en el hollejo, a partir de los azúcares;
por lo que, a mayor acumulación de azúcares en la baya correspondiente se va a
lograr un mayor contenido de antocianos.
Sustancias
Aromáticas
Los compuestos aromáticos de
la uva se localizan en la piel y aparecen solamente después del envero,
aumentando en el curso de la maduración (en correlación con los azúcares).
Por lo tanto, una vid con
madurez fisiológica tendera a producir mayor calidad en los aromas del vino.
Momento Oportuno de Cosecha
y su Relación con la Calidad:
La determinación del momento
oportuno de cosecha es muy importante y determinante de la calidad posterior
del vino. La cosecha se inicia una vez que
las uvas han alcanzado niveles óptimos de madurez, contenido de alcohol y
acidez total. Luego, se clasifican las uvas en la mesa de selección y
posteriormente se enfrían, para dar paso a los procesos de prensado y
clarificación. Fermentación alcohólica: En cubas de acero inoxidable, en
condiciones de temperatura controlada que oscilan entre 14º y 18ºC.
El hollejo y la pulpa de la
baya pueden no madurar en forma coincidente y ello está relacionado al tipo de
viticultura que se realiza y al peso de la uva por planta. De hecho, madura
antes la pulpa que el hollejo, en el cual se encuentran en forma preponderante
los compuestos nobles de la calidad. El contenido y la calidad de
los polifenoles dependen del grado de maduración de la uva (así, la
uva inmadura conserva taninos ordinarios, herbáceos, agresivos).
La relación de los
compuestos fenólicos y polifenólicos con la calidad es
fundamental, especialmente para los vinos tintos, pero también para los vinos
blancos (resistencia a la oxidación).
El estudio de la
maduración fenólica es importante para determinar la calidad y la
época de cosecha, especialmente en uvas tintas.
Se debe tener presente que
los antocianos y los taninos se acumulan en las vacuolas del hollejo
y hacia la maduración las células se degradan. El tenor de taninos está
correlacionado a los antocianos.
Los taninos de las semillas
disminuyen antes del envero y desde aquí a la cosecha. La uva madura es por lo
tanto rica en antocianos y taninos en el hollejo, y pobre en taninos
en las semillas.
Por lo tanto, disminuye la
extracción de los taninos de las semillas durante la maceración, aumenta la
extracción de taninos de los hollejos y aumenta la concentración
de antocianos.
Se puede medir la
madurez fenólica por la aptitud del hollejo a ceder sus polifenoles, llega
a un máximo y comienza a disminuir, lo cual se corresponde con
la sobremaduración.
Al estar correlacionada la
evolución de los antocianos a la evolución de los taninos, cuando
empieza a caer el nivel de antocianos, ese es el Punto Óptimo de madurez.
Hasta ahora, es el método que mejor anda.
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